Burbujas espejadas

Tu silencio y el mío son un solo silencio.
Nos unimos en el punto justo
del desencuentro.

Nos encerramos en burbujas redondas,
espejadas por dentro.
Después claro, ya sabemos: las burbujas
no duran mucho tiempo
unas vueltas en el aire y ... ¡záz!
Ya se rompieron.

Entonces sí reímos como niños y gozamos
inocentes y sinceros
la alegría de estar juntos,
y creemos,
que ya no fabricaremos más burbujas
y comenzamos,
a soñar hermosos sueños buenos.
El tuyo es insuperable y el mío es perfecto.

Parece ser amor, que a los sueños,
un duende sigiloso los transforma en burbujas
en quién sabe qué momento.
Otra vez nace un nuevo silencio.

Tal vez tenga final la rueda,
si, quizá lo tenga.
Podríamos probar amor,
a soñar un solo sueño
podríamos también probar,
a tornarlo verdadero.

Lo que ocurra después, no puedo saberlo.
Talvez no ocurra nada y sea sólo un juego
pero a lo mejor se nos dá,
y tu silencio y el mío hagan un solo silencio,
reunidos en el punto exacto
del encuentro.