Mar embravecido de tormentosa furia
que muestra implacable sus garras rugientes
arcada violenta y vómito grosero
del quieto volcán con entrañas hirvientes.
Angustioso grito de sangre, de siglos,
una y otra vez golpeando en el silencio
visceral energía vital e incontrolable
que expresa su ser alojándose en mi cuerpo.
Reales ansias de que la vida sea
un trino alegre que se pierde en el aire
entre el sereno murmullo de las olas
en el final colorido de la tarde.